
Las mesas fueron reajustándose, reduciéndose... y las fichas pasando de mano en mano hasta llegar a las de los 9 componentes de la Mesa Final. A estas alturas, aún quedaban los "profesionales" de la gorrilla negra, que se agarraban con uñas y dientes al tapete para aguntar en la mesa mientras los que poseían las mayores fortunas de fichas... pero cuando cayó el último Zemaral, que cedió su última ficha roja como si de su sangre se tratara, la mesa -y así, los premios del campeonato- se supieron que serían cosa del Chece, el Maule, el Digi, el Bravo y el Miguel.

Aunque para estas alturas, la fortuna (en fichas) que tenía el que finalmente resultara campeón, era equivalente a que en el Monopoly cada uno de ellos tuviera una de las cuatro estaciones del tablero, y el Miguel tuviera el resto de calles, las casas, los hoteles, el dinero de la banca... y otros trece juegos del Monopoly sin desembalar. Y así sucedió... eliminándolos uno a uno (o de dos en dos) bajo la atenta mirada del aForo allí congregado, y haciendo alarde de una magnífica suerte y un control ejemplar... vamos, que no se llevó las barajas y el portátil, simplemente porque nos los pusimos en juego.
Agradecer el apoyo que la asociación tuvimos con los Zemarales Dani Ezquerro y el Maño, que se unieron al Madero y al Foro para completar una perfecta organización de este primer campeonato.

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